Esta es una lista de algunos de mis productos e ingredientes favoritos que suelo traer de cada viaje a Grecia. He obviado aquellos como quesos frescos, ya que no podrás llevar en viajes largos sin comprometer su calidad. Dependiendo de dónde vivas, tal vez encuentres artículos que sean fáciles de conseguir en tu región. Pero aún así, te invito a tomar nota de estas sugerencias, probablemente más de una te sorprenda!
Sin un orden de preferencia en particular, aquí están mis productos griegos favoritos que podremos compar en el supermercado, y traer incluso en vuelos de varias horas:
Algarrobas enteras (kharupi) y sus derivados:
La algarroba es una legumbre que en muchos países ha pasado de moda, ya que está asociada a las épocas de posguerra. Sin embargo, posee muchos nutrientes y propiedades beneficiosas para el organismo. Su sabor recuerda al cacao, con la ventaja de ser sin embargo muy baja en grasas. Se puede consumir entera, con el único recaudo de no morder sus semillas. Se dice que son tan duras, que podrían romper hasta los dientes de un caballo! También se vende como harina, con la cual se pueden preparar todo tipo de panificados, o bien por ejemplo tomarla con leche.
Asimismo es posible comprar el sirope de algarroba, a veces llamada “miel de algarroba” en forma genérica. Su consistencia es similar, aunque técnicamente no sea tal. Su sabor es ligeramente ahumado y su contenido en azúcares es casi la mitad que en la miel común.
Aceite de oliva virgen extra:
Luego de España e Italia, Grecia es el tercer país en el ranking mundial de producción de aceite de oliva. Como ya se ha detallado en otros artículos, para que el producto sea de máxima calidad siempre hay que procurar que el envase indique que se trata de aceite “virgen extra”. El mismo debe proceder de primer prensado, y extraído sólo mediante procesos mecánicos. Por otra parte, mayor será la calidad cuanto menor sea la acidez del aceite (idealmente debería ser menor a 0,3%).
Olivas:
En consonancia con el punto anterior, en todos los rincones podremos encontrar olivas, las cuales usualmente ya vienen empacadas al vacío y sin salmuera, para que sea posible llevarlas incluso en la cabina del avión. Las principales variedades son Koroneiki y Kalamata. Las primeras son pequeñas y se recolectan tempranamente, por lo cual son verdes. Las segundas se cosechan más tarde (por lo tanto son negras) y son especialmente conocidas como uno de los ingredientes de la ensalada griega.
Azafrán “Krokos Kozanis”:
Sin duda alguna, la especia más cara del mundo. Un sobre de 1 gramo puede costar no menos de 4 Euros en un supermercado, aunque será bastante más caro en algún negocio de productos regionales para turistas. El azafrán griego procede exclusivamente de la región llamada Kozanis, y el paquete llevará el sello de garantía de su procedencia.
Mastikha:
Un producto único en el mundo, procedente de la resina de un árbol de igual nombre, y que sólo se encuentra en la isla de Quíos. De la misma se producen entre otros: “lágrimas” que pueden mascarse, polvo para utilizar en panificados o en el café, extractos líquidos para aromatizar o también un espirituoso de igual nombre.
Café griego:
Sin duda habrás notado en cualquier taberna que el café griego es distinto a aquel que se toma países más occidentales. El mismo se muele mucho más fino y se prepara en un recipente especial llamado ibrik. Vale la pena encontrar alguno que sea de cobre, para traer junto a un paquete de café.
“Fava” de Santorini:
El suelo fértil de Grecia nos brinda gran cantidad de legumbres y vegetales de todo tipo. Pero el suelo volcánico de Santorini es sin embargo una excepción. Sus características únicas hacen posible que pocas plantaciones prosperen, y esta legumbre amarilla es una de ellas. La fava se hierve en un caldo junto a otros vegetales, para ser luego reducida a un delicioso puré, que se suele comer con pan de pita, o bien como acompañante de un pulpo a las brasas.
Pasas de Zakinthos:
El corinto (stafida) es una pequeña pasa con gran valor nutricional y que procede de Zakinthos, una isla jónica situada al oeste del país. Puede utilizarse en preparaciones dulces como lo haríamos con cualquier pasa de uva, pero también por ejemplo en rellenos de la dolmadakia vegetariana.
Miel:
Muchos consideran que la miel griega es la mejor del mundo. Como la misma procede de distintos tipos de flores, vale la pena probar al menos las variedades más comunes para encontrar aquella que más te guste. En especial te recomiendo la de tomillo (thymari), una de las especias salvajes que más características del clima seco y caluroso del país. La miel de castaña (kastaniá) tiene un sabor fuerte y resulta menos dulce que el resto de variedades, por lo cual puede no ser la favorita de muchos, pero resulta definitivamente muy especial. Y por último, te sugiero no perderte la miel de naranjo (portokalli). Su dulzura combinada con el aroma y sabor a naranja resultan un absoluto festival para los sentidos.
Pastourmás:
Si las leyes te permiten ingresar a tu país con algún tipo de producto cárnico, entonces puedes llevar un trozo de este fiambre envasado al vacío. Se trata de carne vacuna salada y aderezada con especias muy particulares, en especial con fenugreco, el cual le da un sabor único. Se puede comer de múltiples formas, pero muy a menudo se suele hacer con huevos fritos o revueltos.
Orégano y tomillo de montaña:
Dos especias salvajes que pueden encontrarse con facilidad en cualquier caminata por las montañas. Se utilizan en infinidad de recetas y se consiguen empaquetadas tanto en supermercados como en tiendas turísticas.
Té de montaña (Tsai tou vounou):
Un té que ya era consumido por los antiguos filósofos. Proviene de la planta de montaña llamada sideritis y posee grandes propiedades antioxidantes. Hipócrates señaló además sus beneficios tanto para el sistema respiratorio como el inmunológico.
Higos secos:
Las higueras crecen de forma silvestre por toda Grecia y es siempre una alegría poder recoger algún higo durante las caminatas. Y luego es posible también extender ese placer, comprando algún paquete de higos secos.