Costillas de cerdo al horno con miel y mostaza

Esta receta de costillas de cerdo al horno de miel y mostaza es un método muy sencillo para sacar el máximo partido de ese corte tan popular. Dado de que las costillas son horneadas, es ideal además para prepararlas en casa sin necesidad de recurrir a una parrilla o grill.

Ingredientes:

Un costillar de cerdo

3 cucharas de miel líquida

3 cucharas de mostaza

Sal y pimienta

Comenzar por precalentar el horno a 180 grados. Salpimentar las costillas por ambas caras y disponerlas en una bandeja para horno (idealmente una con tapa, de lo contrario, es posible cubrir con papel de aluminio). Cubrir y hornear por aproximadamente una hora.

Mientras tanto, preparar la salsa: para ello, basta con mezclar en un bol la miel con la mostaza. Batir enérgicamente hasta lograr una emulsión. Reservar.

El paso final: glacear las costillas

Pasada la hora de cocción, retirar las costillas del horno y untarlas por una cara con la mitad salsa, valiéndose para ello con un pincel de cocina. Hornear por 15 minutos, esta vez sin cubrir la bandeja. Tras ese lapso, retirar del horno y pincelar la otra cara de las costillas con más salsa, reservando una pequeña cantidad para más tarde. Hornear por otros 15 minutos (al igual que antes, sin cubrir la bandeja). Al finalizar, pintar las costillas con el resto de la salsa que habíamos reservado, y servir inmediatamente.

Consejos y sugerencias:

  1. El quid de esta receta es cubrir en primer lugar la bandeja en el horno, as íla carne se cocinará a fuego lento sin secarse, ya que habremos preservado toda la humedad. Luego, una breve cocción adicional al descubrir la bandeja, nos permitirá caramelizar la salsa, creando un glaseado muy sabroso.
  2. Utilizar miel líquida, la cual es más fácil de mezclar.
  3. El pincel de cocina, generalmente de silicona, es una herramienta muy útil, ya que nos permite cubrir toda la superficie de forma uniforme. En su defecto, es posible usar la parte posterior de una cuchara.
  4. La salsa de miel y mostaza acompaña a la perfección la carne de cerdo, especialmente las costillas, un corte jugoso y sabroso gracias a su apropiada cantidad de grasa. Quien desee un plato más magro puede probar esta receta con un lomo de cerdo. Pero también es posible darle una oportunidad a la carne de pollo o conejo con esta misma salsa.