Esta mousse de limón y ricotta es un postre ligero y a la vez muy fácil de preparar. Es muy refrescante y por eso es especialmente ideal para el verano. Además, basta con reemplazar la miel por xylitol para obtener un excelente postre apto para una dieta cetogénica.
Ingredientes:
250 gr de ricotta escurrida
2 huevos
50 gr de miel
1 limón
1 hoja de gelatina
Una pizca de sal
Estas proporciones rinden para aproximadamente 4 vasitos pequeños, tal como se ve en la foto. Para la preparación, conviene además usar una batidora eléctrica, que permite montar las claras con mucha facilidad.
Pasos para la preparación de la mousse de limón y ricotta:
Separar las claras de las yemas, reservando éstas últimas. Agregar una pizca de sal a las claras y batirlas a punto nieve, para luego reservarlas en la nevera mientras continuamos con el resto de los ingredientes.
Batir las yemas brevemente, agregar la ricotta y la miel, continuar brevemente con la batidora hasta conseguir una crema homogénea. Agregar la ralladura de la cáscara de limón, cuidando de no utilizar la parte blanca, ya que es amarga. Reservar.
Poner la gelatina en remojo por algunos minutos y mientras tanto, exprimir el limón. Calentar el jugo en un cazo, sin llegar a que hierva. Escurrir entonces la hoja de gelatina, agregarla al jugo y revolver para que se disuelva.
Seguidamente, agregar el jugo de limón a la crema, mezclar y entonces agregar con cuidado las claras montadas. Mezclar con movimientos envolventes sin prisa, para que todos los ingredientes se integren, pero sin permitir que las claras colapsen (es decir, que no se desmonten).
Habremos obtenido de este modo la mousse, y podremos distribuirla en porciones. Personalmente me gusta mucho la presentación en vasos de vidrio, que es vistosa y elegante.
Conservar en la nevera por algunas horas, esta mousse es perfecta cuando está bien fría.
Al servir, podemos decorar al gusto, por ejemplo con unas hojas de menta, una rodaja de limón, almedras fileteadas, una fresa, etc.
Consejos y sugerencias:
- Es importante comenzar por montar las claras, ya que necesitamos que la batidora esté perfectamente limpia. Los restos de otros ingredientes, especialmente yema de huevo, impiden que las claras alcancen el “punto de nieve”.
- Para el montado, comenzar por una velocidad de batido baja e incrementarla paulatinamente. Notaremos que se alcanzado dicho “punto de nieve” tras unos 8 minutos, cuando se cree una especie de espuma blanca espesa. La típica prueba de éxito consiste en voltear el bol y comprobar que las claras montadas no se caen ni chorrean líquido.
- Procurar escurrir el mayor líuido posible de la ricotta, y elegir una de buena calidad sin sal.
- Para versión también muy deliciosa pero mucho más calórica, utilizar mascarpone en vez de ricotta. La ventaja de esta opción es que el mascarpone es un queso mucho más graso (y por ende más denso) por lo que no se necesita gelatina.
- Otras versiones incluyen un poco de mantequilla derretida, que luego se espesa al enfriarse. Pero tiene mucho más sentido ahorrar esas calorías usando gelatina.
- Esta mousse de limón y ricotta se prepara con huevos crudos, por lo que se aconseja conservar siempre en la nevera, y consumirla hasta 24 horas después de su preparación.