El nombre de esta popular sopa de lenteas turca recuerda a una novia llamada Ezo, quien era infeliz en su matrimonio y por eso preparaba esta receta a su suegra, para hacerla sentir igual. A pesar de la mala publicidad que a priori esto sugiera, puedo asegurar que la sopa es muy rica, además de muy saludable.
Ingredientes:
1 taza de lentejas rojas
1 cebolla grande
1 o 2 dientes de ajo
1 pimiento rojo
1 cuchara de pasta de tomate
Caldo de verdura suficiente para cubrir las lentejas
El jugo de medio limón
Sal, pimienta, pimentón y aceite de oliva virgen extra
Calentar un chorrito de aceite de oliva virgen extra en una olla, sin dejar que llegue a humear. Cortar las verduras en trozos pequeños y rehogarlas a fuego moderado hasta que la cebolla se vuelva transparente, revolviendo esporádicamente para evitar que se queme.
Enjuagar las lentejas y agregarlas junto a la pasta de tomate y el pimentón, cubriendo todo con suficiente caldo. Llevar a ebullición, tapar y cocinar a fuego bajo por 10 minutos. Salar y triturar hasta conseguir una crema y agregar el jugo de limón.
Agregar pimienta molida fresca al servir, y unas hojas de menta o perejil picadas.
Consejos y sugerencias:
- Desechar el germen del ajo y de la cebolla si están muy verdes, la capa exterior de la cebolla, así coomo también las semillas y venas blancas del pimiento.
- La receta puede llevar además bulgur, del cual yo prefiero prescindir.
- Esta es una receta rica y nutritiva, pero además sencilla y rápida. Las lentejas rojas se cuecen en sólo 10 minutos, otros tipos necesitan hasta 45 minutos.
- De acuerdo a la disponibilidad, muchas veces tuve que variar la receta. He preparado el sofrito a veces sin pimiento, otras veces usando cebolleta en vez de cebolla, e incluso he aprovechado de agregar puerro y zanahoria cuando me sobraban en la nevera. Esta última opción es especialmente útil para dar más sabor cuando no tenemos caldo para cubrir las lentejas y debemos usar sólo agua. En todos los casos, siempre tuve buenos resultados.
- También es posible reemplazar la pasta de tomate por pasta de pimientos, o usar una mezcla de ambos.
- Como suele ocurrir con las legumbres, si salamos la preparación al inicio y no al final, las lentejas no quedarán tiernas aunque prolonguemos el tiempo de cocción.
- Si no agregamos suficiente líquido, conseguiremos una sopa muy espesa que será muy difícil de servir como plato de cuchara, pero puede comerse aún así con un buen pan.