Quien haya visitado Galicia sabe que es obligado ir a una pulpería para probar el pulpo a la gallega o el pulpo a feira. Pero también es posible preparar el pulpo en casa, ya que la receta es bastante sencilla; sólo hay que respetar ciertos trucos, y la única dificultad consiste en aprender a encontrar el punto justo de cocción, el pulpo no debe estar ni muy duro ni muy blando.
Ingredientes:
1 pulpo entero de aprox. 2 kg
1kg de patatas (opcional)
Pimentón de la vera, sal gruesa y aceite de oliva virgen extra
Opcionalmente para sazonar el agua de la cocción:
1 cebolla, 1 diente de ajo, 1 hoja de laurel, 2 clavos de olor
El día anterior, descongelamos en la heladera el pulpo en un recipiente grande, ya que va a soltar bastante agua.
En la olla más profunda que tengamos, ponemos a hervir agua a borbotones y „asustamos“ el pulpo tres veces. Esto consiste básicamente en agarrarlo de la cabeza y sumergir los tentáculos tres veces por un par de segundos antes de echarlo por completo al agua. Nos aseguramos que quede completamente cubierto de agua, y a partir de que el agua hierva nuevamente, tapamos y cocemos a fuego medio por unos 30-40 minutos (para un pulpo de aprox. 2 kg). Para controlar el punto de cocción, pinchamos con un tenedor o escarbadiente en un brazo cerca de la cabeza, la consistencia debe ser similar a cuando una patata está hecha. Retiramos y dejamos templar para poder cortarlo. Mientras tanto, cocemos las patatas por unos 15 minutos en la misma olla. Si luego queremos calentar el pulpo, lo volvemos a echar brevemente al agua, pero sin dejar que hierva nuevamente.
Tradicionalmente el pulpo se corta con tijeras y se sirve en un plato de madera junto a la rodajas de patata. Se le echa sal gruesa o en escamas, pimentón de la vera ahumado y aceite de oliva vírgen extra.
Consejos y sugerencias:
- El pulpo debe haber sido congelado previamente, ya que esto rompe las fibras y ablanda la carne. Antiguamente este proceso se suplantaba golpeándolo con fuerza por un tiempo largo.
- Normalmente el pulpo se vende ya limpio. De no ser así, debemos vaciar y enjuagar bien la cabeza, quitarle el „diente“ (que está escondido en el centro, desde dónde se abren los brazos), y limpiar los tentáculos.
- Para darle más sabor al pulpo, podemos agregar cebolla, laurel, un diente de ajo y algún clavo de olor en el agua de la cocción. En las pulperías además se utiliza una y otra vez el mismo agua, lo cual refuerza aún más el sabor.
- Es recomendable no salar el agua de la cocción, porque esto impide que la carne del pulpo quede tierna.
- „Asustar“ el pulpo ayuda a que no pierda la piel durante la cocción, al someterlo a un cambio de temperatura menos brusco.
- Al cocer las patatas en el agua del pulpo, éstas tomarán un color rojizo, lo cual es perfectamente normal.
- Podemos prescindir de las patatas si así lo deseamos. El pulpo se sirve igualmente con sal en escamas, pimentón y aceite de oliva.
- Se puede usar el pimentón picante, pero personalmente creo que el dulce es el que mejor le va al pulpo.
- En España se suele recomendar el aceite de oliva de tipo arbequina para los platos de mariscos, ya que su sabor es más suave y menos dominante.
- Para acompañar, es inmejorable el maridaje con unos pimientos de padrón freídos y una copa de vino albariño. Y por supuesto, un poco de pan para mojar al final la salsa que queda en el plato.
- Sería una pena descartar el agua de la cocción del pulpo. Se puede aprovechar como fumet para distintas preparaciones, como por ejemplo un arroz.
4 thoughts on “Pulpo a la gallega o “pulpo a feira” como en Galicia”
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