Esta sopa de cebolla o “soup a l’oignon” es una de las recetas más antiguas de la vasta tradición francesa. Su base es una abundante cantidad de cebolla caramelizada, servida sobre una rodaja de pan y con queso gratinado por encima. Se dice que esta sopa de hizo extremadamente popular en el siglo XIX al ser servida en tabernas parisinas en los alrededores de Les Halles durante todo el día, e incluso a altas horas de la noche.
Ingredientes:
1 kg de cebolla
600 ml de caldo de carne
250 gr de queso Emmental
Un par de rodajas de pan del dia anterior
Sal, pimienta, aceite de oliva virgen extra y/o manteca
Para preparar el caldo de carne, hervir por 40 minutos algunos huesos de vaca junto a verduras varias, según disponiblidad (cebolla, zanahoria, apio, puerro, nabo, etc). Cuidar de quitar la espuma que aparecerá en la superficie cuando el caldo rompa en hervor. Al finalizar, colar y reservar.
Mientras tanto, cortar las cebollas en juliana y calentar en otra olla un poco de aceite de oliva virgen extra y/o manteca. Sofreír las cebollas a fuego bajo, revolviendo de vez en cuando para asegurarnos de que no se peguen ni se quemen. Salar ligeramente para ayudar a que suelten líquido, esto también ayudará a que no se quemen. El objetivo es caramelizarlas para extraer el máximo de sabor.
Tras aproximadamente media hora, las cebollas se habrán reducido notablemente, a la vez que habrán tomado un color marrón.
Agregar entonces el caldo colado y hervir a fuego bajo por unos 20 minutos adicionales.
Paralelamente, precalentar el horno a 180 grados. Tostar una rodaja de pan por comensal por algunos minutos.
Cuando la sopa esté lista, poner una rodaja de pan en el fondo de una “cocotte” o recipiente individual, cubrir con la sopa, y espacir generosamente por encima el queso Emmental rallado. Gratinar en el horno por unos 5 minutos y servir.
Consejos y sugerencias:
- La receta original prevee la utilización de caldo de carne, pero puede utilizarse de pollo o verduras en su defecto.
- Es posible utilizar otros quesos, pero el Emmental da un toque ideal, ya que se gratina con facilidad y no resulta ni muy delicado ni muy predominante.
- Cualquier tipo de cebolla dará un excelente resultado, siempre y cuando se ponga atención y esmero en el proceso de caramelización, cuidadando ante todo de que no se queme. Los tipos de cebolla morada, en especial aquella italiana “di Tropea” son excelentes para esta sopa, debido a su natural sabor dulce y agradable.