Polonia es un maravilloso país que ofrece increíbles paisajes, desde las playas del Báltico en el norte, pasando por los lagos de Mazury en el centro del territorio, hasta sus sus cadenas montañosas en el sur. Sus hermosas ciudades como Varsovia o Cracovia, están llenas de variada oferta cultural, arquitectónica, y por supuesto, gastrónomica. Para quienes decidan visitar Polonia y no estén familiarizados con sus platos tradicionales, he aquí una lista de aquellos que son mis favoritos y considero imperdibles.
1. Barszcz
Esta sopa de remolachas mundialmente famosa es un ícono gastronómico de toda Europa del este. Los libros de cocina tradicional polaca destacan que un borscht polaco de calidad debe ser dulce y ácido a la vez. Lo primero es aportado por la remolacha, mientras que lo segundo se logra agregando jugo de limón o un jugo de remolacha fermentada, otra especialidad local. El barszcz suele servirse como caldo (“czyste” o limpio), o con pierogi (una pasta rellena que mencionaremos más abajo).
2. Chlodnik
Si estás de visita en verano por Polonia y no te apetece probar el barszcz caliente, entonces puedes optar por esta sopa, que es una variante similar pero fría, de ahí su nombre.
3. Żurek
Otra sopa deliciosa, si bien muy tradicional, no tan conocida como la anterior. Consiste en un caldo de cebada o centeno fermentado, a la cual se agrega un huevo duro y biała kiełbasa (salchicha blanca). Se suele servir vistosamente dentro de un pan redondo ahuecado.
4. Pierogi
Se trata de una pasta rellena y circular, de tamaño más grande que los ravioli italianos. Pero su peculiaridad es que normalmente se cocinan en sarten y se sirven con una buena porción de crema agria, además de sus variados rellenos. Destacan aquellos de patata, queso y cebolla (ruskie), carne, queso, setas del bosque, e incluso con jagody, una baya azul más pequeña que el arándano. Algunos restaurantes son especializados en pierogi y ofrecen un menú con incontables alternativas.
5. Placki ziemniaczane
Los placki son simples y deliciosos panqueques hechos de huevo y una hortaliza (tradicionalmente patata) rallada junto a una cebolla. Se podría decir entonces que esta es la respuesta polaca a la tradicional tortilla española. Este plato también es muy típico de la comida judía ashkenazi (propia de esta región europea) bajo el nombre de latkes. Al igual que los pierogi, se suelen servir con crema agria.
6. Bigos
Existen infinidad de variantes de este plato, de acuerdo a la región, la carne que se utilice y por supuesto, de cada recetario familiar. Básicamente es un estofado con distintos tipos de cortes de carne y kapusta kiszona (repollo fermentado o “sauerkraut”). Se puede preparar con res, cerdo o incluso carne de caza, y su sabor distintivo está dado por los cortes ahumados de charcutería que se utilizan, junto a setas y śliwki suszone (ciruelas secas).
7. Gołąbki
Se trata de un plato de hojas de repollo rellenas que suele encontrarse en muchos otros países de Europa, especialmente en los Balcanes. La versión polaca lleva principalmente carne de res o cerdo y arroz u otro grano como cebada o trigo sarraceno. Otra particularidad es que sirve con una salsa por encima, que suele ser de tomate o setas.
8. Pieczona kaczka
Literalmente, pato asado. Personalmente, no puedo obviar este plato porque se trata sin duda de mi favorito. Tanto el pato como el ganso son carnes rojas muy sabrosas, y en Polonia se marinan y asan en el horno a fuego lento hasta conseguir un resultado tan tierno como jugoso. Se suele servir con patatas o manzanas asadas junto al propio jugo del pato, remolachas, y repollo rojo o kapusta kiszona.
9. Sucha Krakowska, kaszanka y biała kiełbasa
Polonia ofrece una extensa variedad de charchuterie y sería muy extenso hablar de todas las opciones disponibles. He elegido aquellas tres que tal vez sean mis favoritas. La krakowska seca, cuyo nombre resulta del gentilicio de la ciudad de Cracovia, es una salchicha gruesa con bajo contenido graso que se puede disfrutar en finas rodajas junto a un buen pan, mostaza o chrzan (una crema a base de rábano picante) y ogórki kiszone (pepinillos encurtidos). La kaszanka es una salchicha negra (a veces con arroz u otro grano) similar a la morcilla, y es deliciosa acompañada con cebolla caramelizada. Por último, la biała kiełbasa (salchicha blanca) es uno de los ingredientes del żurek, pero puede también disfrutarse asada a la parrilla.
10. Oscypek
En el Tatry, la región de las montañas del sur, se produce este queso tradicional. Sea de leche de vaca, oveja o cabra, su particularidad es que siempre es ahumado. Se vende en casi todos los puestos callejeros en Zakopane en foma hebras (para ser disfrutado como snack por ejemplo mientras escalas al pico del Kasprowy Wierch) o en hormas circulares y alargadas, de las cuales se cortan rodajas que luego de asan a la parrilla.
Bonus: si visitas está última región mencionada, tampoco dejes de probar un plato de Kwaśnica, una deliciosa sopa a base de cerdo o cordero cocido a fuego lento y sauerkraut.
Otros consejos para disfrutar en Polonia:
Podrás encontrar la mayoría de estos platos típicos en un bar mleczne, que son tradicionales comedores de corte popular. También es dificil resistirse a probar alguno de los múltiples tipos de cervezas polacas. Mis favoritas son la czerwone (roja) y la gryczane na miodzie (de trigo sarraceno con miel). Tampoco puede faltar el sledzik (arenque), usualmente acompañado con un shot de vodka polaco. Y como personalmente no suelo prestar mucha atención a los dulces, no he mencionado bollería tradicional como los pączki (una especie de donuts). También podemos hacer una excepción con las golosinas y probar krówki (unos bombones de leche que recuerdan al dulce de leche argentino) y las śliwki w czekoladzie (ciruelas rellenas de chocolate).
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